El Centro Vivir Sin Violencia de Morón cumplió 16 años
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Se trata de una de las primeras instituciones del país en brindar herramientas para abordar los casos de violencia de género. También se entregaron certificados por la finalización del Curso de Operadores Comunitarios.
El Centro Municipal Vivir Sin Violencia cumplió 16 años. Se trata de un espacio de acción y escucha donde se asiste y contiene a mujeres, lesbianas, gays, bisexuales, travestis, trans, intersexuales e identidades no binarias que se encuentran en situación de violencia por razones de género.
Entre sus servicios, la institución ofrece asesoramiento jurídico, asistencia psicológica y social. Está integrado por un equipo interdisciplinario compuesto por abogadas, trabajadoras sociales y psicólogas. Fue inaugurado en el año 2005 por decisión del entonces intendente municipal, Martín Sabbatella.
Durante la pandemia por COVID-19, el Centro registró 1.483 nuevos ingresos, que hicieron un total de 6.524 atenciones. También, en el marco del Programa nacional Acompañar, se inscribieron más de 2.000 mujeres y personas de la comunidad LGBTI+, para recibir asistencia económica y psicosocial.
Para comunicarse con el Centro podés llamar de lunes a viernes de 8 a 17 al 11–3177–0386 o al 4629–6272. También podés acercarte a Mendoza 289, Morón centro, para recibir asesorameinto e información.
Por otro lado, el intendente Lucas Ghi, la diputada y presidenta de la Comisión de la Mujer y Diversidad de la Cámara de Diputados, Mónica Macha, y la secretaria de Mujeres, Géneros, Diversidad y Derechos Humanos, Cinthia Frías, participaron en la entrega de 70 diplomas a las egresadas y egresados del Curso de Operadorxs Comunitarixs. El acto se realizó en el SUM del Predio Quinta Seré, en Castelar.
La capacitación está dirigida a toda la comunidad, y fue diseñada para visibilizar las desigualdades, construir herramientas para abordarlas y asistir a las víctimas de violencia de género.
Este año, más de 300 personas se capacitaron a lo largo de 10 encuentros virtuales. Para recibir la certificación, era requisito cumplir con los criterios de evaluación y realizar una muestra con campañas de sensibilización acerca de situaciones de violencia de género, institucionales y/o patriarcales, educación sexual integral y masculinidades, entre otras temáticas en las que se trabajaron a lo largo del proceso formativo.