Ataques sexuales: alertan que hay 138 hechos por día en todo el país
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Durante el año pasado se registraron más de 50.000 delitos con estas características en la Argentina. La opinión de un especialista en seguridad.
Mientras especialistas alertan sobre un crecimiento exponencial en los casos de delitos contra la integridad sexual en la Argentina, las estadísticas oficiales indican que en 2022 se registraron más de 50.000 delitos con estas características en el país. Así, el promedio por día resulta espeluznante, ya que se registran 138 ataques sexuales cada 24 horas.
Con un total de 50.374 casos ocurridos el año pasado, según datos del Sistema Nacional de Estadísticas Criminales a los que tuvo acceso Popular, hubo 7.131 violaciones con acceso carnal en todo el territorio nacional, mientras que se denunciaron otros 43.243 delitos contra la integridad sexual. Esto da, en promedio, 138 casos por día; es decir, casi seis agresiones por hora.
La estadística preocupa seriamente a los especialistas en seguridad. Tan es así que el licenciado en Seguridad Pública, Luis Vicat, sostuvo que “los ataques sexuales, incluyendo los abusos, los ‘tocamientos inverecundos’ y eventualmente la violación, no son una novedad y siempre tienden a la suba”.
“De hecho, yo personalmente calculo que debe haber más de 170 diariamente hoy, dado que hubo una creciente violentización del delito. Es decir, el delito que comenzaba en otras épocas siendo un robo y terminaba siendo un robo, hoy deriva en otro tipo de conductas que bordean lo sexual. ¿Y por qué lo sexual? Lo sexual tiene que ver con la dominación, la vejación y el castigo a lo que no soy. Entonces esto ha tenido que ver, también, con homicidios”, comentó Vicat.
“Muchas veces una pareja es asaltada y la chica resulta violada delante de su novio. Luego el novio es asesinado como una forma de castigo a esa pobre pareja que era gente de bien, que no estaba drogada, seguramente, como los victimarios”, explayó.
Y continuó: “Entonces, el victimario ‘ajeniza’ y ‘cosifica’ a la víctima. La transforma en una especie de juguete al cual a su gusto reduce. Sucede que el abusador o violador encuentra placer en el acto sexual no consentido, es decir, en la violencia ejercida durante el acto sexual, ya sea abuso o violación. Esto explica la cantidad cada vez mayor de casos, que va de la mano de la cantidad cada vez mayor de delincuentes”.
En ese sentido, Vicat recordó: “No tenemos que olvidarnos que, por lo menos en nuestro ordenamiento jurídico, la víctima es revictimizada en varias oportunidades. Luego del abuso sexual en sí, la víctima tiene que pasar por las requisitorias judiciales y policiales, los exámenes médico forenses de patólogos, entre otros. Ese tipo de cuestiones, de alguna manera, impactan negativamente en la psiquis de la víctima, sufre en un abuso fáctico varios abusos de tipo psicológico. Y, al final de todo esto, aún sean atrapados los autores del delito, muchas veces por la puerta giratoria salen y la víctima siente que no hay justicia”.
Por otro lado, el licenciado en Seguridad Pública aseveró: “Respecto de los abusos o violaciones que culminan con un femicidio, extrapolando los parentales y de vinculación anterior, o sea, de parejas ‘tóxicas’ y demás, si nos referimos al hecho delictivo en sí puro, del abordaje predatorio, callejero y de oportunidad, o de acecho quizá, cuando terminan en homicidios, justamente se dan porque ese frenesí, esa pulsión que se transforma en frenesí en algún momento del acto, produce que se exacerben todas las conductas violentas y esto derive en lesiones que pueden derivar con la muerte. Y por otra parte, en otros casos, los malvivientes asesinan a sus víctimas para evitar el reconocimiento o si hay un reconocimiento evitar la posterior denuncia”.