Erika Francescon y Ariel Rodríguez fueron desalojados por okupas y pasaron la noche en la puerta de su casa ante la inacción policial
Una familia que vive en San Martín sufrió un violento desalojo de parte de usurpadores que intentaron quedarse con su casa y agredieron a su beba de un año.
Las víctimas fueron Erika Francescon, de 32 años y nacida en Italia, y su pareja, Ariel Rodríguez, quienes no se encontraban en la vivienda al momento del ataque de los okupas.
El episodio ocurrió este viernes a las 16, cuando en la casa ubicada en Almafuerte 2217, Villa Maipú, se encontraba la beba de un año junto a la niñera. De acuerdo con el testimonio de Francescon, unos seis okupas entraron por la fuerza, le pegaron a la mujer, tiraron al piso a la pequeña e hicieron destrozos varios.
Un rato después de efectuada la denuncia se hizo presente un móvil policial que custodió la casa durante la noche, mientras los okupas seguían adentro y los propietarios permanecían en una camioneta en la vereda para evitar que además les robaran sus pertenencias.
Este sábado por la tarde, tras la intervención del fiscal de la UFI 1 de San Martín, Fabricio Iovine, se libró una orden judicial que les permitió a Francescon y Rodríguez recuperar su vivienda.
“Diez minutos después de la orden judicial las personas se fueron voluntariamente. Se dieron cuenta de que no había otra salida. No sabemos dónde están, si están demorados o no. No lo averiguamos. Por suerte estamos más tranquilos”, contó Francescon.
Francescon y Rodríguez consiguieron la casa en 2016 por la vía de un remate judicial. Allí había vivido antes María Dora Vázquez, una ciudadana paraguaya de 43 años que debido a un juicio laboral fue despojada de la propiedad.
Luego de que Francescon y Rodríguez se hicieron de la vivienda, la anterior propietaria los amenazó en reiteradas ocasiones, hasta que el viernes decidió ir más allá e intentó recuperar la casa por la fuerza. Según la joven italiana, Vázquez tiene otras causas judiciales en su contra.
“Tengo asesoramiento legal de una abogada que nos estaba llevando la causa de la subasta. Evaluaremos si la causa penal debería necesitar otro tipo de asesoramiento. No sé qué pasará en los próximos días. Con los que vivimos, no tengo la fuerza ahora para pensar en ello”, señaló Francescon.
Fuente: diario Popular