“Si no vuelvo rápido, preocupate”, le dijo la víctima a su esposa antes de ir a encontrarse con su presunto asesino, quien le debía $ 150 mil.
Eduardo Sánchez (36) llegó a su casa de Virrey del Pino después de jugar al fútbol el martes, cerca de las 19, y le dijo a su esposa, Paula, que se iba hasta Laferrere, a cobrar un dinero que había prestado, y volvía en 40 minutos para cenar. Antes de salir, le avisó: “Si no vuelvo rápido, preocupate”. Lo hallaron asesinado.
Casi 24 horas después de aquella escena, la policía logró detener al principal sospechoso, quien fue identificado como Jorge Ramón Canteros (35), quien le debía a su víctima $150 mil y estaba listo para fugarse a Santiago del Estero tras el macabro crimen.
El caso no deja de conmocionar a medida que los investigadores consiguen unir datos sobre lo ocurrido en esa barriada de la zona oeste del conurbano y que involucra a Eduardo Sánchez y Jorge Ramón Canteros, quienes no sólo eran compañeros de trabajo sino que además compartían otro emprendimiento.
El cuerpo de Sánchez, a quien lo ejecutaron de un tiro en la cara, fue hallado este miércoles por un vecino del cruce de Gelly y Ciudadela, en el partido de La Matanza, a unos 8 kilómetros de la casa que compartía con Paula y sus hijos de 16 y 10 años.
Los dos hombres trabajaban en un frigorífico pero paralelamente Eduardo se dedicaba a prestar plata y solía llevar a Jorge a realizar las cobranzas por la zona. “Entre sus ropas encontramos un listado con nombres y deudas”, dijeron a Clarín fuentes del caso tras el hallazgo del cuerpo de la víctima.
La camioneta de Eduardo, una Citroën Berlingo blanca, apareció incendiada en Concordia y California, también en Virrey del Pino, pero a unos 5 kilómetros de donde estaba el cuerpo y unos 13 de su casa.
A partir de ahí, los investigadores comenzaron a trabajar en el esclarecimiento del caso. Una imagen de ese coche llegando a la casa de Canteros les permitió avanzar en el caso.
Un final trágico
Lo cierto es que el martes a la noche, cuando Eduardo no regresó a su casa, Paula se preocupó. Más aún cuando no le respondía los llamados ni los mensajes de WhatsApp. La mujer desesperada recorrió los hospitales Simplemente Evita y Paroissien de La Matanza ante la posibilidad de que hubiera tenido un accidente vial.
La desesperación era mayor al comprobar que su pareja no estaba en ningún centro asistencial.
Este miércoles, un vecino avisó al destacamento de Lavorato, en Virrey del Pino, que había un cadáver en un predio del cruce de Gelly y Ciudadela: el hombre tenía un disparo en el rostro.
No pasó mucho hasta que los familiares de Eduardo llegaron al lugar y reconocieron el cuerpo. Paula se había encargado de dar una descripción de la ropa y los tatuajes que tenía el padre de sus hijos cuando denunció su desaparición.
También fue la que les contó a los investigadores que el martes, antes de salir de su casa para ir a cobrar esa plata, le dijo volvería en unos cuarenta minutos para poder cenar juntos y que luego se acostaría porque estaba cansado.
El, “si no vuelvo rápido preocupate”, dejó inquieta a la mujer. Más, cuando pasó una hora y no regresaba. Hasta ese momento no estaba claro a quién, supuestamente, le fue a cobrar el dinero. Pero tal como reflexionaron los investigadores, “la víctima no iba con tranquilidad a cobrar esa deuda, por lo que le dijo a la esposa”.
Paralelamente, la madre de Jorge Canteros, a quien apodan “Chicho”, radicaba durante la madrugada del miércoles también una denuncia por averiguación de paradero, ya que su hijo se había ausentado el día anterior y no había regresado. Según el relato de la mujer se había ido a jugar al fútbol y llevaba una botinera azul.
Ya para esa instancia, las cámaras de seguridad le permitieron a la policía determinar que Sánchez se habia encontrado con “Chicho”, quien le debía cerca de 150 mil pesos a la víctima.
De acuerdo a lo determinado por los investigadores, Canteros, a bordo de la camioneta de Eduardo, pasó a visitar a su hermana en Gregorio de Laferrere, le pidió 2.000 pesos para realizar una apuesta y luego se retiró con un bidón de nafta.
Tras prender fuego la camioneta, Canteros se refugió en una casa de Carlos Casares y Ruta 3, de Isidro Casanova, donde esperaba la ayuda de sus familiares para escaparse a Santiago del Estero.
Al comenzar a esclarecerse la relación, el personal de la comisaría de Virrey del Pino desplegó un operativo de rastreo en el lugar y logró la detención de Jorge Canteros, quien será indagado en las próximas horas por el fiscal Gastón Duplaá, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios de La Matanza.