Más de 60 vecinos asisten a diario a la institución ubicada en Benavídez. El espacio brinda almuerzo, merienda y cena, así como apoyo escolar, atención psicopedagógica y múltiples talleres como: costura, huerta, carpintería y música.
Tigre continúa extendiendo su mano a las entidades intermedias locales. En los últimos días, funcionarios municipales visitaron el Centro de Infancia “Los Luceros” de Benavídez, donde con fondos municipales se construye un ropero comunitario y una sala, donde se brindarán talleres para los más de 60 vecinos que concurren a diario, entre niños, jóvenes y adultos.
La concejala Gisela Zamora recorrió las instalaciones de la institución y afirmó: “Es hermoso ver crecer un espacio que brinda respaldo y contención a tantos vecinos con distintas necesidades. Desde el Municipio aportamos nuestro granito de arena para que lugares como estos sigan desarrollándose, porque el trabajo que hacen es muy valioso”.
Una vez concluida la obra, allí también se dictará el taller de costura para que quienes concurren puedan aprender el oficio y, de esa manera, reciclar y arreglar la ropa que se recibe.
“Estamos agradecidos al intendente Julio Zamora y a todo su equipo porque realmente la ayuda que nos brindan es fantástica. Sin el respaldo del Municipio todo sería más difícil. Estamos abocados a la educación y a sacar a los niños adelante para que tengan un conocimiento de lo que es la vida y que el día de mañana puedan elegir su camino, valerse por sí mismos, pero sobre todo puedan tomar sus decisiones libremente, con respeto y amor”, expresó María Marta Chame, coordinadora de la institución.
“Los Luceros” brinda las cuatro comidas diarias; y entre sus actividades se destacan: apoyo escolar, espacio lúdico y pedagógico, atención psicopedagógica, talleres de costura, tejido y telar; así como carpintería y música, con la práctica de instrumentos como la guitarra y flauta.
Además, en el espacio también se desarrolla “Los Luceritos”, un espacio enfocado en los más pequeños, donde se promueven encuentros de lectura; y una huerta para cultivo orgánico y preparados biodinámicos para no contaminar los alimentos.