El paro general tuvo mucho ruido pero baja adhesión en el sector comercial, aunque con un fuerte impacto en la caída de ventas. Los comercios del país dejaron de vender $ 12.770 millones. La mitad podrá recuperase, el resto no.
El empresario trató de abrir de cualquier forma por la necesidad de vender. Igual, vieron caer en promedio 41% sus ventas frente a un día normal por la menor circulación de gente. Se estima que la mitad de lo que no se vendió hoy podrá recuperarse. El resto, unos $ 6.257 millones, se perdió.
Los empresarios intentaron abrir a pesar de todas las restricciones que impuso un día con poco transporte y muchos sectores institucionales cerrados.
En el balance final, el comercio dejó de vender $ 12.770 millones en el día, de los cuales $ 4.721 millones fueron de negocios que directamente no abrieron (19% del total) y otros $ 8.048 millones de aquellos que sí consiguieron abrir. Estos últimos tuvieron caídas en sus ventas de un 41% promedio frente a lo que se hubiese vendido en un martes normal de fin de mes.
El mayor impacto lo tuvieron las grandes ciudades, especialmente CABA, el Gran Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Rosario, que son más dependientes del transporte público. Las marchas y protestas complicaron el tránsito en las zonas céntricas y, por temor al vandalismo, los comerciantes en su mayoría cerraron.
En las ciudades más pequeñas el impacto se sintió muy poco, los comercios mayormente abrieron, aunque en sectores como la cadena alimentaria hubo dificultades para abastecerse ya que no llegaron los distribuidores.
Según el relevamiento realizado por CAME entre las 9 hs. y las 16 hs. del martes, el resultado se puede resumir así:
El 81% de los comercios del país abrió. Los empleados no quisieron perder presentismo y los dueños tomaron las riendas cuando hubo problemas para llegar al lugar, ya sea poniéndoles transporte privado a disposición o atendiendo el negocio.
Hubo muchos comercios con aperturas parciales (mayormente a partir del mediodía) cuando el panorama resultaba más claro, se veía gente circulando, y se resolvían los problemas de arribo al lugar de trabajo.
Hubo menos gente en la calle (parecía más un feriado) y eso afectó la venta, que se estima habría caído un 41% frente a un día normal. Incidió que muchos padres no enviaron a sus hijos al colegio y, sobre todo, que los sectores institucionales tuvieron poca apertura.
Se estima que el 51% de las ventas podría recuperarse en los próximos días. De ser así, la pérdida de ventas del día se reduciría a $ 6.257 millones.