Además de visitas guiadas, abiertas a la comunidad una vez que finalice su reconstrucción, será también un espacio de enseñanza y aprendizaje para escuelas y universidades.
La Municipalidad de San Miguel avanza con un importante plan de restauración y puesta en valor del histórico Observatorio de Física Cósmica del distrito, ubicado en Bussolini 1760, detrás del Colegio Máximo y la nueva Ciudad Judicial.
Se trata de un espacio fundado hace más de 80 años, en diciembre de 1935, muy reconocido a nivel internacional y por toda la comunidad científica. En su época de esplendor, fue el segundo más importante de Sudamérica y el quinto del mundo. Pero, a partir de la década de los 90, comenzaron a disminuir sus actividades hasta finalmente dejar de funcionar en los últimos años.
Con el eclipse solar del 14 de diciembre pasado, el observatorio reabrió sus puertas con un evento al aire libre para observar el fenómeno, en el que participaron docentes y alumnos de distintas escuelas de la región (con cupos limitados y protocolos por la pandemia). La jornada fue organizada por el municipio y “Bella Vista al Cosmos”, un grupo de especialistas que se dedica a la divulgación científica.
Desde ese día, continúa la restauración de este gran predio, que cuenta con un helipuerto propio, utilizado en aquel entonces por los científicos para viajar desde y hacia Ezeiza; un piletón de agua con plantas subacuáticas y pastizales nativos, que se están recuperando con diversas tareas de reforestación.
“Estamos trabajando en conjunto con las Secretarías de Espacio Público, Ambiente, Obras y Educación para volver a darle vida a este histórico lugar. Ya hicimos el pedido a la Provincia para declararlo patrimonio turístico y cultural de San Miguel y, una vez que se apruebe, podremos comenzar con las visitas guiadas”, explicó el director del observatorio y presidente de “Bella Vista al Cosmos”, Santiago Maiese, quien encabeza el plan de restauración.
Además de visitas guiadas, que estarán abiertas a toda la comunidad, una vez que finalice su reconstrucción, el observatorio funcionará también como espacio de enseñanza y aprendizaje para escuelas y universidades, que podrán estar en contacto con la naturaleza y los distintos instrumentos de física cósmica.