Fue indagada en el hospital donde dio a luz a su cuarto hijo. Dijo que no estuvo en su casa la tarde en la que desapareció la nena.
Leonela Ayala (25) negó haber asesinado a su sobrina y aseguró que no estuvo en su casa el domingo a la tarde, momento en el que la nena fue vista por última vez. Eso fue lo que declaró este sábado ante el fiscal Gustavo Carracedo, quien la visitó en el hospital donde la mujer dio a luz a su cuarto hijo.
Según informaron fuentes del caso a Clarín, la mujer aseguró que abandonó su casa del barrio Trujui, en la localidad bonaerense de San Miguel, entre las 12 y las 18, acompañada de sus hijos. Ese dato, en el caso de confirmarse, complicaría más a su marido, Fabián Esequiel González Rojas (24), también detenido por el asesinato. Igualmente, la mujer continúa imputada como coautora de homicidio.
Sheila Alejandra Ayala tenía 10 años.
Ayala iba a declarar este sábado pero como cursaba la semana 37 de su embarazo el viernes la internaron en el hospital de Malvinas Argentinas. Esa misma tarde nació su cuarto hijo que tuvo con González Rojas. Si bien estaba lúcida, no podía trasladarse y la idea del fiscal era indagarla el lunes. Finalmente decidieron adelantar el trámite para este sábado y alrededor de las 17, el fiscal Carracedo fue hasta el hospital donde la mujer declaró cerca de dos horas y negó ser la autora del crimen de Sheila.
De esta manera, se cayó la primera versión que la mujer le habría dado a la Policía cuando fue arrestada. “Tomamos alcohol y drogas y no sabemos lo que pasó”, había dicho, en un declaración sin validez judicial. Ayala había tenido una primera contradicción cuando en la entrevista del preparto aseguró a los médicos que durante su embarazo no tomó “ninguna sustancia” y no fumó “ni siquiera un cigarrillo”. Los investigadores sospechan que con la versión del alcohol y las drogas, en realidad, Ayala hablaba por su esposo.
Ahora, el fiscal Carracedo buscará probar esos dichos con testigos o incluso con datos de antenas de celulares que acrediten en qué zona estuvo esa tarde. Fuentes cercanas al expediente señalaron que en un contexto de abuso “es común que los hechos ocurran cuando el agresor queda solo en la casa”.
No obstante, los investigadores creen que el cuerpo de Sheila estuvo escondido varios días en el departamento de la pareja hasta su aparición en el hueco de una medianera lindera el jueves. Por lo que, de ser cierta su declaración, podría haber incurrido en el delito de “encubrimiento agravado”. En ese caso la pena prevista es sustancialmente menor.
El interior de la casa de lo tíos de Sheila, donde habría sido asesinada la nena.
Un rato antes, González Rojas se negó a declarar ante el fiscal de la UFI N° 20 descentralizada de Malvinas Argentinas. Fue la decisión que tomó luego de la entrevista con su defensor oficial. Ahora, su situación dependerá de lo que se pueda reconstruir a partir de la investigación y las pericias.
Los indicios que más complican al tío político de Sheila son la aparición del cuerpo desnudo adentro de una bolsa entre dos medianeras lindantes con su casa y los rasguños que le encontraron en uno de sus brazos, lo que sugeriría un intento de la víctima de defenderse de un ataque sexual. También se esperan los resultados de las muestras recolectadas del dormitorio donde habría ocurrido el crimen. Allí se puso el foco especialmente en una manta roja y en una sábana con motivo infantil, que creen habría sido la utilizada para asfixiar a la menor.
El lugar donde hallaron muerta a Sheila Ayala.
El informe preliminar de la autopsia determinó que Sheila fue asesinada “estrangulada con un lazo” y que no llegaron a violarla. Pero los peritos de la Policía Científica le practicaron tres hisopados para saber si quedaron rastros de ADN de los atacantes en su cuerpo. Esos resultados se conocerán en los próximos días.
Este sábado trascendió además la denuncia de un vecino acusando a González Rojas de abusar de su hija de 9 años, según indicaron fuentes policiales
Esa denuncia fue realizada este viernes a los policías que custodiaban el predio de Aristóbulo del Valle y Laguna, en el barrio Trujui de San Miguel, por un hombre que contó que hace unos siete meses se peleó con el tío político de Sheila. En aquél hecho tuvo que intervenir la Policía pero no se habían conocido los motivos de la discusión. Ahora, según la versión del testigo, se supo que habría sido porque el vecino vio cómo González Rojas abusaba de su hija y lo increpó.
Fuentes policiales señalaron que los agentes que recibieron el relato derivaron al denunciante a la fiscalía que investiga el crimen de Sheila. No obstante, aún no se confirmó que el hombre haya realizado la presentación formal.