Un nene de dos años que iba al jardín de infantes del colegio Northlands de Olivos murió por una infección causada por la bacteria estreptococo, que ya provocó otras seis muertes en el país. Fue el domingo en Miami, mientras estaba de vacaciones con su familia.
La institución informó en un comunicado que se trata de Pedro Loyudice y envió sus condolencias a sus padres y su hermana, que también es alumna del colegio. “La pérdida de Pedro fue un terrible golpe para todos nosotros”, manifestaron las autoridades según informó La Nación. Desde el Ministerio de Salud bonaerense detallaron a TN.com.ar que el chico se fue del país con un diagnóstico de “angina simple”, que se agravó durante el viaje.
Ante la preocupación por la expansión de la bacteria Streptococcus pyogene -o estreptococo- las salas de emergencia de los hospitales del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) implementaron un test “rápido” que permite identificar la afección en los pacientes e iniciar de inmediato el tratamiento adecuado.
Con el nene de dos años ya son siete las personas que murieron producto de esta bacteria, mientras que una nena de cinco años permanece internada en la sala de terapia intensiva del Hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata. En este contexto, es de vital importancia identificar rápidamente la presencia del estreptococo, por lo que el test consta de cuatro simples pasos.
Una vez que el médico toma una muestra del paciente por hisopado de los pilares amigdalinos sin tocar el paladar y la lengua, se coloca en el tubo de reacción cuatro gotas del reactivo de extracción “A”, más cuatro del “B”. En el segundo paso, se sumerge el hisopo, luego se lo agita enérgicamente y al retirarlo se lo escurre contra las paredes del tubo. El paso 3 consiste en colocar la tira reactiva que debe ser incubada entre 10 y 15 minutos. Tras ese lapso de tiempo se leen las bandas.
El último paso, y más importante, es la interpretación del resultado. Aquí se debe tener en cuenta un detalle importante: cualquier línea por más tenue que sea, debe ser considerada positiva. En otras palabras, el niño o adulto porta la bacteria.
Por su parte el jefe de Infectología del Hospital Gutiérrez, Eduardo López, buscó llevar calma a la población y aclaró que “no hay un brote y no hay vacuna que lo prevenga”. Por eso, remarcó la importancia de detectar los síntomas y llevar a tiempo a los chicos al médico.
Los síntomas son dolor de garganta, con fiebre alta y molestia para tragar o lesiones en la piel en forma de granitos o pequeñas lastimaduras. “Las lesiones pueden parecer benignas, pero hay que controlarlas sobretodo cuando molestan o duelen. Esta bacteria tratada precozmente con antibiótico evoluciona perfectamente y la mortalidad es bajísima”, dijo el médico a TN.
El streptococcus pyogenes es una de las principales responsables de generar infecciones de garganta en los niños, como la faringitis o las anginas. López dijo que se trata de la misma bacteria que produce la enfermedad de la escarlatina que, cuando pasa a sangre e impacta en otros órganos, da la forma de enfermedad invasiva que es grave y fallecen del 20% al 30% de los infectados. Sin embargo, insistió en que los cuadros que pasan a sangre son excepcionales y suelen ocurrir en pacientes con infecciones previas por varicela o que reciben alguna droga inmunosupresora. Por otro lado, indicó que se contagia por vía aérea o por lesiones de piel cuando uno se rasca, por ejemplo.