En todos los casos donde la justicia sentencie una distancia mínima, se le coloca una pulsera al hombre procesado, y se entrega un dispositivo de GPS que actúa como botón anti pánico a la víctima. Se trata de otra nueva medida para prevenir violencia de género y maltrato familiar. “Anticipar la situaciones de violencia es prioridad y la implementación de tecnología es una herramienta que va a seguir potenciando nuestro trabajo en el área de género”, remarcó el Intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro.
¿Cómo es el proceso? Cuando el hombre se ubica a 1.000 metros de distancia de la victima, se activa una alerta y se lo advierte para que cambie la dirección. Si continúa acercándose y se encuentra a menos de 700 metros, automáticamente se asiste a la mujer enviando un patrullero al lugar donde se encuentre el acosador.
La tecnología de las pulseras permite detectar si pierden contacto con la piel, y son supervisadas en tiempo real tanto por el Gobierno de Morón, en un trabajo articulado entre la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Dirección de Políticas de Género, como por el servicio de Penitenciaría de la Provincia. Además, en los casos que haya un nuevo intento de agresión, le permite a la Justicia considerar todos los datos del GPS como prueba de intención por parte del procesado por violencia de género.