Las responsables de la institución, ubicada en la localidad de Trujui, recibieron varias denuncias, entre las que se incluyen maltratos y corrupción de menores
En los últimos meses en el jardín de infantes “Patito Feo” de la localidad de Trujui, partido de Moreno, de lo que menos se habla es de la educación de los chicos. Muy por el contrario. La institución quedó en el centro de la escena después de recibir varias denuncias que incluyeron maltrato y corrupción de menores y que tuvieron como blanco a la directora y a una maestra, que son madre e hija.
Primero se descubrió que durante 35 años, la institución, que está ubicada en Thames al 1300, funcionó bajo la ilegalidad, lo que hizo que en agosto pasado fuera clausurado.
Pero semanas después, se conoció que tanto la directora como la maestra fueron acusadas por siete madres de alumnos por maltratar a sus hijos y obligarlos a participar de juegos sexuales, algo que fue confirmado por los resultados de las pericias psicológicas que se le hicieron a las víctimas.
Según revelaron las pruebas, los menores fueron sometidos a prácticas aberrantes que afectaron considerablemente su maduración sexual. Como consecuencia, ambas docentes fueron detenidas el viernes pasado acusadas de corrupción de menores agravada.
De acuerdo con lo que informaron tres de las madres denunciantes al canal de noticias TN, hubo episodios de maltrato por parte de las acusadas a los chicos. “Me dijo que lo agarraban del brazo, que le tiraban del pelo y que le daban la cabeza contra la pared”, contó una de las mamás al canal de noticias TN.
Pero cuando los episodios empezaron a compartirse en el grupo de mamás, un hecho las conmocionó aún más. “Nos comentó que a sus hijos los hacían jugar al “sapo pepe”, un juego que consistía en bajarse los pantalones, intercambiarse la ropa interior, orinarse y tocarse. Y las “docentes” a veces miraban y otras participaban”, contó la mujer de espaldas a la cámara.
Además, trascendió que la maestra a la que hacen alusión las denuncias- las cuales incluyen que les gritaba a los chicos en el oído porque quería que se quedaran sordos, y que los hacía “tocarse el pito”- no tendría título habilitantes de docente.