El cuerpo fue hallado a metros de Camino de Cintura, en Villa Luzuriaga. Encontraron ocho vainas servidas en la escena del crimen.
La mataron de un tiro en la cadera pero antes le dispararon, al menos, ocho veces. El crimen de una mujer trans se convirtió en un misterio para los investigadores: el cuerpo apareció en La Matanza, a metros de Camino de Cintura, y a la víctima no le robaron nada.
Se llamaba Laly Escobar, tenía 36 años y era de nacionalidad peruana. Su cuerpo fue hallado este domingo bien temprano por una vecina del barrio Los Pinos de la localidad de Villa Luzuriaga, en el cruce de Arribeños y Ruta 4, más conocida como Camino de Cintura.
El cuerpo de Laly estaba tendido sobre la vereda. Vestía una musculosa y una calza negra y recién el domingo por la noche sus familiares la identificaron.
Según las fuentes, en el lugar del crimen el médico legista comprobó a simple vista que Laly había sido asesinada de al menos un disparo que impactó en el lado derecho de su cadera.
Sin embargo, los investigadores hallaron a unos 20 metros de allí, sobre Camino de Cintura, unas ocho vainas servidas de calibre 9 milímetros.
Además, entre las pertenencias de Escobar encontraron una riñonera, por lo que descartaron la hipótesis de un robo.
Entre el abanico de sospechas, los investigadores creen que pudo tratarse desde un crimen en el contexto de un problema personal hasta un caso de violencia de género.
El hecho es investigado por el fiscal Jorge Yametti, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción Temática Homicidios del Departamento Judicial La Matanza.